lunes, 2 de noviembre de 2015

El mapa y el territorio (Michel Houellebecq)


Jed Martin es un artista proveniente de un entorno burgués que ha hecho una  carrera alternando la fotografía con la pintura, ambas facetas del arte han sabido darle satisfacciones sociales, económicas y en algún momento sentimentales. Sin embargo durante la novela conoceremos sus intentos por llenar vacíos afectivos que se remontan a la temprana desaparición de su madre, hecho que lesionará casi de por vida las relaciones con su progenitor.  Mientras se abre paso en el mundo del arte, Martin conocerá una galería de personajes y vivirá situaciones que sin llegar a ser pintorescas, permitirán al lector hacerse una idea de lo que el autor piensa de la actualidad de Francia, Europa y el mundo.

Houellebecq es un narrador que desata odios y simpatías en su país natal, en esta obra suelta todo lo que tiene dentro, pero sin rabia, sin rencores, se limitara a exponernos su visión de las cosas. Esta novela está muy bien narrada, la denuncia no opaca el estilo, pese a ser de una actualidad sorprendente, el cómo se cuentan las cosas nos pone  frente a un escritor que respeta mucho el lenguaje propio de la novela. El humor negro y los entremeses que permiten bajar la tensión de ciertas situaciones están muy bien insertados. Houellebecq leyó e interpreto a la perfección el manual de la perfecta novela moderna.

Un final simbólico, quizás no tan difícil de entender cómo se puede llegar a creer, cierra una novela entrañable que desmonta mitos y que fortifica otros.

Valoración

9/10