Acabo de leer la última página de este libro, suspiro y me siento satisfecho por haber acertado en el
presagio. Abercrombie ha retomado su
viejo estilo, nos ha regalado una segunda entrega visiblemente superior
a su predecesora. Con más páginas, una historia mucho más trascendente y personajes
que llegan a su madurez.
El autor nos deleita con batallas narradas como solo él
sabe, enfrentamientos contra los elementos más inclementes de la naturaleza, intrigas
al más puro estilo de la novela fantástica ochentera, y un largo etcétera aderezan
y dan una consistencia gigantesca a una obra que no llega a las 450 páginas.
Es raro encontrarse con una trilogía donde la segunda parte
sea superior a la anterior, una total rareza, la mayoría de autores, incluso
Abercrombie en La primera ley utilizan el segundo libro como puente entre
aquel y el tercero, descuidando a veces la calidad del mismo. En este caso el
sentido de “puente” se ha respetado, pero la sensación de que la historia va de
menos a más es alta. Se merece un aplauso y las gracias de todos los que
quedamos con dudas tras leer Medio Rey.
Si alguna vez me preguntaran cual es la principal diferencia
entre los escritores de fantasía Estadounidenses y Europeos, diría sin dudar, bajo mi limitada
experiencia, que los Estadounidenses hacen gala de una imaginación portentosa,
las situaciones, armas, armaduras, animales, villanos, que imaginan te dejan
con la boca abierta. ¿Qué ofrecen frente a esto los Europeos? Pues,
sencillamente escriben mejor, la economía de palabras, jerarquización de ideas,
uso adecuado de figuras literarias, está del lado europeo. Por su puesto que
pueden haber excepciones en ambos casos.
Abercrombie hace gala del estilo europeo, no inventa nada en cuanto al “Que”
ni el “Quien”, por ratos parece que vemos una mezcla de las mejores ideas de
GRRM y Robert E. Howard. Pero es al momento de hacer creíbles esas ideas que la originalidad del autor sale a la luz. Nos
creemos todo lo que pasa en esta historia, quizás porque las sencillas
descripciones nos remiten a armas o
barcos que hemos visto en museos o libros de historia, es como si nos contaran
una historia medieval que en realidad sucedió, solo que con nombres de países inventados.
Salvo por alguna que otra situación.
Si la calidad sigue en aumento, podemos prepararnos para un
final de trilogía con broche de oro.
Valoración
8/10