viernes, 5 de septiembre de 2014

El Temor de un hombre Sabio

El Temor de un hombre Sabio de Patrick Rothfuss , es un libro que tiene méritos y deméritos, casi a partes iguales, su comienzo no genera expectativa, pero tampoco anula la que ya tenemos aquellos que nos quedamos con un buen sabor de boca al finalizar la anterior novela de Rothfuss. Podría decirse quenada apetitoso pasa hasta la mitad del libro, esas páginas sirven para que el autor haga una suerte de repaso por la historia y méritos de Kvothe, el personaje principal de la trilogía.

 El problema es que ese recordatorio exigía ser breve, eso no pasa, nos encontramos con casi seiscientas paginas  que no hacen si no cansar al lector, Si ya tenemos claro que K es un ser humano prodigioso, capaz de alcanzar proezas legendarias en su mundo,  no era necesario tanto relleno.

Ahora vamos al estilo, cuando comienzas a leer esta trilogía, te encuentras con un narrador que está aún lejos de tener una pluma pulida. Sus comparaciones cursis se pueden pasar por alto hasta cierto punto, al igual que sus descripciones innecesariamente extensas o incluso la falsa modestia del bendito Kvothe.
Todo ello se toleraba porque te dejaba la sensación de que P. R se estaba esforzando por narrar una gran historia y que lo más probable, por la manera en que se vende el mismo y su literatura, era que los defectos encontrados en su debut literario  irían atenuándose  poco a poco y veríamos ese crecimiento como narrador en esta segunda novela.

Inocentes los que pensamos así. Todo lo negativo que podías encontrar en  El Nombre del Viento, acá se ha multiplicado.

Parece ser que R. puso en segundo plano el cómo  y se preocupó más por el que. Para quien habla fue página tras página de pura ñoñes. Que la tarta de manzana; el marinero amaba el licor fuerte;  la taberna olía a canela; la abuela aderezaba la sopa;  tenía una voz que era como la miel sobre el pan caliente  y demás frases por estilo rellenan  un libro de casi 1200 páginas.

Punto aparte es el lenguaje de los personajes secundarios que K encuentra en su camino. No recuerdo haber leído campesinos y/o gente sencilla con un léxico que el propio Shakespeare aplaudiría.
Para terminar con lo negativo (aunque no con todo lo que merezca llamarse así) les diré que R. hace en más de una ocasión algo con lo que no recuerdo haberme encontrado antes. Se justifica cada vez que tiene oportunidad. Si alguien le dice a Kvothe que es un parlanchín insufrible, este responderá que esa es la única manera de expresarse  en ese momento preciso. Y así sucesivamente Rothfuss parece pedirnos perdón por no ser más conciso y menos aparatoso.

Parece que al autor le dijeron o pasas las mil páginas o búscate otra editorial. Aun así el trabajo de un autor se  juzga por lo que publica finalmente y no por sus borradores, por más hermosos que estos sean.


¿Qué salva al libro del naufragio?

Pues en primer lugar que la historia de K, aunque ni Él ni su creador sepan relatarla, es más que  interesante.  
 El misterio que envuelve a los Amyr y la posible explicación de ese misterio alivian mucho la frustración del lector y motivan su imaginación. También es para destacar los paréntesis que nos permiten descansar un poco del relato principal y la plausible mejora en el diseño de los profesores y compañeros de universidad de Kvothe (quizás lo más flojo del libro anterior).

Aun no enganchamos con algunos personajes como  por ejemplo Denna. Y la cursilería está presente en casi cada página pero a pesar de todo ello nuestro interés en ver que pasara al final de la trilogía está vivo, muy  golpeado eso sí, pero cuando una trilogía ha sobrevivido a un segundo libro claramente inferior a su antecesor podemos respirar aliviados y decir que vale la pena leer lo que venga.

Lo que aún no decido es si vale la pena conseguirlo el tercer libro impreso. Pues por lo que ha mostrado el autor creo que un libro como este bien puede quedarse en el formato digital sin que eso realmente importe.

¿Puntuación?
6.5/10



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